Friday, March 24, 2006

La escasez de medicos y la integracion de doctores extranjeros a la fuerza laboral: muchas palabras y pocas acciones.

Cuando era un jovencito y cometía una atrocidad por la cual mis padres me regañaban, recuerdo que le preguntaba a mi padre: “por qué siempre te fijas en lo malo? También hago cosas buenas”, a lo cuál mi padre respondía: “porque lo bueno esta bien, pero debo enfocarme en lo malo porque está mal y debes arreglarlo.”

El 22 de marzo pasado decidí asistir a un excelente evento organizado por la Colombian Canadian Professional Association (CCPA) donde el mismísimo Ministro de Salud de Ontario, el Honorable George Smitherman estaría presente respondiendo a las preguntas de la audiencia. Todo emocionado, imaginé que nadie sería mejor que él para hablarnos de los planes del gobierno destinados a reconocer la educación y experiencia de los médicos extranjeros, con miras a integrarlos rápidamente a la fuerza de trabajo de la provincia y combatir así la escasez de doctores que aqueja no sólo a la provincia sino a todo el país.

Todo empezó muy bien, pues Smitherman es evidentemente una persona con mucha energía y pasión, mismas que denota en su forma de hablar.
Pero conforme fue transcurriendo la reunión, me di cuenta de que aunque tiene la voluntad de resolver este problema, a final de cuentas el Ministro es un político.

Su objetivo para esa noche no era realmente resolver las dudas de la audiencia ni hablar de sus planes. Lo único que hizo fue hablar de los “logros” de su ministerio y recordarnos que pertenece al riding de Toronto Centre – Rosedale, que es Liberal y que cree en la doctrina de Pierre Trudeau, quien fuera Primer Ministro del país en otros tiempos.
Esto lo repitió tantas veces que olvidé que estaba en una charla para doctores y pensé que saliendo de ahí iba a tener que ir a votar (no por él).

Después de no decir realmente nada el Ministro tomó su lugar en la mesa de honor, cediendo la palabra a Don Federico Carrillo, Director Ejecutivo de la Association of International Physicians and Surgeons of Ontario (AIPSO).
El Doctor Carrillo habló de forma magistral, firme y respetuosa, y procedió a listar los problemas y las soluciones propuestas por AIPSO, dirigiéndose naturalmente a la audiencia, pero principalmente al Ministro que estaba sentado al lado de el.

Haber escuchado al Ministro hablar por 15 minutos sin decir realmente nada ya me había decepcionado. Pero su actitud mientras el Dr. Carrillo le hablaba fue la gota que derramó el vaso: se miraba las uñas, jugaba con su bolígrafo, miraba para otro lado y de vez en cuando movía la cabeza de un lado a otro, en desacuerdo con lo que decía el Dr. Carrillo. Después el Ministró respondió a preguntas previamente aprobadas por él, que seguramente fueron seleccionadas porque no causarían controversia alguna ni lo harían verse mal.

Pero antes de responderlas el Ministro se aseguró de que nos quedará claro a los ahí presentes que, decir que los doctores extranjeros están repartiendo pizza, tal como lo dijo el Dr. Carrillo, simplemente NO era un argumento justo o válido, que se han hecho cosas buenas, y que a todos los rincones de la provincia donde le ha tocado viajar, ve médicos de fuera y hay que reconocer el progreso que se ha hecho.

Fue ahí donde me vinieron a la mente las palabras de mi padre (y los castigos que usualmente las acompañaban). Por supuesto que se han hecho cosas buenas, pero no son suficientes, y es necesario hablar de lo negativo, como lo hizo el Dr. Carrillo: no es posible que el país en general tenga uno de los más bajos números de doctores per capita en el mundo. No es posible que Canadá siendo un país desarrollado tenga comunidades enteras donde sólo hay un médico. Se necesitan soluciones reales e inmediatas. Doctores los hay – médicos familiares, especialistas y cirujanos de todo el mundo – pero están repartiendo pizzas y manejando taxis gracias a un sistema que los hace a un lado por que no les reconocen sus estudios y porque ni siquiera les toman en cuenta su experiencia. Esto los obliga a tomar este tipo de trabajos para comer. Esa es la realidad, y aunque al Ministro Smitherman le incomode que le den una dosis de realidad en eventos como éste, no puede tapar el sol con un dedo. Como me lo dijo mi padre hace tantos años, hay que enfocarse en lo malo para arreglarlo, hay que dejarse de habladurías y proselitismo político: hay que poner manos a la obra.

- Mario Ferrer

Wednesday, March 22, 2006

globeandmail.com : NUMBER CRUNCHING: WORK TRENDS

globeandmail.com : NUMBER CRUNCHING: WORK TRENDS: "NUMBER CRUNCHING: WORK TRENDS
Pity young city slickers on the job hunt these days. That may be one conclusion to draw from these nuggets HEATHER SCOFFIELD mined from Statistics Canada's report Emerging Patterns in the Labour Market"

Tuesday, March 21, 2006

TheStar.com - Tories begin deporting illegal workers

Sunday, March 19, 2006

El reto de encontrar trabajo para nuevos residentes en Canada

Los nuevos inmigrantes sufren lo mismo que los Canadienses que buscan trabajo en otras ciudades del país. El hecho de que un candidato se encuentre en una ciudad diferente causa preocupación a la compañía al momento de revisar un currículum. Los motivos de esta preocupación son múltiples: la percepción del empleador es que si la persona no es capaz de encontrar trabajo donde vive, probablemente se debe a que no tiene buenos contactos o que tiene una mala reputación en la ciudad en donde se encuentra.

Todo esto afecta a los inmigrantes ya que no sólo no son locales, sino además son extranjeros. Ser extranjero significa que la persona es desconocida en Canadá y que no refleja la realidad del empleador, al menos en lo que toca a trabajo y estilo de vida. Esto genera malestar, ya que sólo pensar en entrenar al empleado que no conoce nada de la cultura laboral ni del funcionamiento de la industria en particular en Canadá, puede resultar abrumador. Además de esto existen también barreras culturales.

El candidato deberá integrarse social, cultural y religiosamente a la nueva comunidad. La compañía se preguntará entonces de quién es la responsabilidad de asegurarse que el empleado logre esta integración, y cuando hay de por medio aspectos religiosos o culturales, el empleador podría preguntarse si esto causaría problemas con las políticas de trabajo ya establecidas. La forma de vestir, las horas de trabajo y las tareas que se asignen al empleado pueden afectar adversamente el funcionamiento de la compañía.

A pesar de estas barreras no podemos olvidar que vivimos en Canada, un país conocido mundialmente como un bastión del multiculturalismo. Debemos entonces explorar las características de la población actual y comprender el hecho de que a pesar de las diferencias y complejidades de cada cultura, la gente es capaz de vivir en armonía en nuestro país. En cierta forma entendemos la realidad de los nuevos inmigrantes ya que continuamente nos ajustamos a la gente que viene de todos los rincones del mundo, y esperamos la misma actitud positiva de la gente que nos rodea.

Es por ello que el reto de encontrar trabajo para nuevos residentes en Canada requiere un arduo trabajo, y en Vamos a Canada nos encantan los retos. Visita nuestra sección de empleo en www.vamosacanada.com/empleo.htm para ver cómo podemos ayudarte